Los bisfosfonatos son medicamentos que disminuyen el recambio óseo, y que se utilizan regularmente para tratar enfermedades metabólicas óseas como la osteoporosis y otras condiciones más severas.
Desde el año 2009, la osteonecrosis de los maxilares inducida por bisfosfonatos en una entidad reconocida por la American Association of Oral and Maxillofacial Surgery (AAOMS), y ocurre porque el recambio óseo en los maxilares es 10 veces mayor que en el resto del cuerpo, y al tomar estos medicamentos el trabajo de los osteoclastos disminuye, de tal modo que al realizar un procedimiento quirúrgico en el maxilar o en la mandíbula el hueso no repara y se necrosa.
La duración y la vía de administración de estos medicamentos son factores de riesgo para desarrollar osteonecrosis; siendo la administración intravenosa y un período mayor a tres años los factores que aumentan dicho riesgo.
Mucho se ha debatido acerca del “cese del medicamento” días antes y después de realizar una cirugía que implique manejo de hueso (maxiar y mandíbula), pero hasta el día de hoy no existe evidencia científica que indique una disminución del riesgo de osteonecrosis de los maxilares con el cese temporal del bisfosfonato.
Actualmente, para quellos pacientes que han tomado bisfosfonatos orales por menos de 4 años, se recomienda cesar el medicamento 2 meses antes del procedimiento quirúrgico, y reiniciralo cuando haya una reparación ósea completa.
Se considera que en los pacientes que tienen alto riesgo de fractura por osteoporosis, esta estrategia resulta muy riesgosa, y dada la falta de evidencia que existe con respecto al beneficio de cesar el medicamento, sería prudente individualizar cada decisión, y ajustar los “períodos de cese” dependiendo del caso, tomando en cuenta que mientras mayor sea el período de cese, se disminuye sustancialmente la densidad ósea del paciente.
Los bisfosfonatos intravenosos se administran en mayor dosis y se acumulan en el hueso, lo que protege al paciente de fracturas por muchos años después del cese. La literatura en endocrinología establece que el riesgo de desarrollar osteonecrosis disminuye a los 5-10 años después del cese del medicamento. Lo importante de este tema es informar y conversar con el paciente, valorar riesgo/beneficio haciendo uso de las herramientas diagnósticas que existen hoy en día, para disminuir sustancialmente el riesgo de desarrollar osteonecrosis.